martes, 29 de septiembre de 2015

¡Hagamos justicia los martes! Hoy, Richard Chamberlain

Richard flipando con la japonesa. Le está desvelando que no ha pasado la noche con ella, sino con un sirvienta enviada por ella. Lo importante era la ilusión. Pobre sirvienta.


Richard Chamberlain es otro caso de actor de rotundo éxito, tras éxito rotundo, que ha sido simplemente reseteado de la memoria colectiva. Nunca fue un actor de presencia rotunda, cierto es que presentaba ciertas maneras ambiguas, que con la edad y novio de toda la vida ratificó él mismo, cierto que no sorprendió. Y cierto que por su background californiano de chico guapete, amable, limpio e inocuo, ideal para mamás, no se lo puso fácil para cierta respetabilidad. Úsease, reconocimiento. 

Empezó como médico ideal de la muerte en una serie blanca que no llegamos a ver en España. Estuvo de rechupete en la lesteriana versión de Los Tres Mosqueteros. Pero tras sí, Richard es historia de la tele, amo de los sofás y de los domingos. Y de los posters del Lecturas. Despegó haciéndose amito de las miniseries de dramones que petaban nuestro universo junto con La Mayra y el Tola.

Un Conde de Montecristo. Centennial. Shogun. Toma de contacto con el marciano sintoísmo. Qué duro cuando el sirviente sacrificó su vida por no contrariar a su amo, tirando el pato podrido por un mal cálculo de su dueño. Nuestro padres lo describieron como nobleza. Nosotros con que era un servilismo inadecuado. Irritante. Buena serie. Pájaro espino. Pepinazo. Que guapo. Qué morbo.

Pero Richard tenía registros. Lo dicho. Era suave, amable y saltarín. Minas del Rey Salomón y Quatermain. Había que interntarlo por Indiana Jones. Pero podía ser un cabronazo implacable. Cosa que por ejemplo, le cuesta a Leonardo di Caprio. Hizo un Chacal frío de cojones. Bueno un Bourne. Hizo un remake televisivo de La Noche del Cazador. Sin iconografía mitchuniana de aullidos escaldados, love and hate, serpientes pentescolianas ni canturreos infantiles. ¿Inventó Laughton los canturreos infantiles en las pelis de miedo?. Es probable. La Noche de Chamberlain se ceñía a la novela. Resultado diferente, no tan plástico, era una TV movie. Pero qué mal rato nos hizo pasar el cabrón.

Richard debería ser recuperado en una serie de prestigio. Ya mayorcito sin las ataduras yoguriles sería un redescubrimiento. En el registro que le apetezca. Ole.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...