¿No existe un ley que proteja la dignidad y el honor de Ralf, el padre putativo de la hija de Escassi?
¿Nadie se pone en la piel de un hombre que se entera por la televisión de que su hija no es su hija?. Aunque el hombre sea un monstruo, que no lo sabemos, puede ser, pero no lo debe ser si la mujer permanece junto a él décadas. Aunque sea lo peor. ¿No debe ser duro el escarnio y humillación pública de ser un cornudo?. Ya no la retrógada cornudez. Que la hija que has criado como tuya, como tu hija, te enteras, en un juego de exclusivas, que no es tuya.
Decirle a tu marido que su hija no es suya en diez días es una situación harto natural. Esta "Española por el Mundo", mirar aquí, es muy humana.
Flipamos con el egoísmo, bueno en Escassi no mucho, del jinete. Es un depredador. No espanta ahora. Flipamos con la reacción de la hija. Por muy perro que haya sido tu padre, es tu padre. Por lo menos te ha dado un entorno familiar y mejor entorno económico y social. Nos indignamos con la madre, Mercedes. Por la evolución de la historia. Le cuelas un hijo a tu marido. Metes al Escassi en tu familia. Choteo. Te refafinfla y te recreas con la exposición del "secreto". Lo saboreas. Peleas por sacar tajada.
Pero lo que nos repugna más Mercedes es que al ver cómo te han sacado del pastel insinúas abiertamente una naturaleza incestuosa. Repugnante.
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